Los daños que puede causar el crimeware van más allá de la pérdida de datos ya que pueden afectar a aspectos tan importantes para los usuarios como la economía. Los daños que puede provocar el crimeware son:
* Robo de información confidencial o personal.
* Pérdidas económicas por robo de contraseñas de acceso a servicios online, principalmente bancarios
* Suplantación de identidad.
* Pérdida de la privacidad.
* Espionaje.
* Sabotaje.
Los ataques dirigidos pueden definirse como aquellos que buscan afectar a un usuario o grupo de usuarios específicos y limitados. El gran problema de los ataques dirigidos es la personalización de los códigos maliciosos empleados para llevarlos a cabo, que tiene como objetivo aprovechar las limitaciones de los programas de seguridad tradicionales, como son los antivirus. Si un código malicioso se distribuye de manera muy restringida y sin que el usuario se de cuenta de su presencia, la posibilidad de que las compañías de seguridad consigan una muestra de ese malware y puedan elaborar la vacuna correspondiente se reduce enormemente.