En todos los casos, el objetivo del crimeware es conseguir beneficios económicos:
* forma directa, mediante el uso de la información robada: vaciado de cuentas bancarias, comercio con los datos confidenciales, etc.
* De forma indirecta: por ejemplo, mediante el alquiler de redes de bots, o a través de ataques por encargo de terceras partes a cambio de una suma económica.
A veces, las grandes empresas pueden sufrir ataques dirigidos que tienen como objetivo el chantaje: uno o varios delincuentes exigen dinero a la compañía a cambio de no lanzar, por ejemplo, un ataque de denegación de servicio (DoS) o de cualquier otro tipo contra la red de la empresa, dejándola fuera de servicio.