Evidentemente no está en tu mano que los programadores de software dejen de cometer errores. Por ello es difícil asegurar que nunca vayas a encontrarte con un bug o que puedas garantizar que estás protegido contra ellos.
Sin embargo y como es habitual en materia de seguridad, existen algunas pautas de conducta que pueden ayudarte a mitigar los efectos de los bugs.
* Realizar copias de seguridad o backups de forma sistemática para prevenir posibles pérdidas de información.
* Utilizar los servicios de actualización automática de los fabricantes o, en su defecto, asegurarse de tener instalados los últimos parches o actualizaciones.