Un backdoor es un programa que se introduce en el ordenador de manera encubierta, aparentando ser inofensivo. Una vez es ejecutado, establece una "puerta trasera" a través de la cual es posible controlar el ordenador afectado. Esto permite realizar en el mismo acciones que pueden comprometer la confidencialidad del usuario o dificultar su trabajo.
Las acciones permitidas por los backdoors pueden resultar muy perjudiciales. Entre ellas se encuentran la eliminación de ficheros o la destrucción de la información del disco duro. Además, pueden capturar y reenviar datos confidenciales a una dirección externa o abrir puertos de comunicaciones, permitiendo que un posible intruso controle nuestro ordenador de forma remota.
Algunos ejemplos de backdoors son: Orifice2K.sfx, Bionet.318, Antilam y Subseven.213.